No sé como empezar, ni tan siquiera
como seguir en este camino llamado vida.. tampoco sé quiénes quiero
que me acompañen en este camino largo y lleno de piedras en el que
la mayoría de veces me caigo e intento levantarme, pero a pesar de
todo, de cada piedra, de cada obstáculo, sigo aquí intentando
explicar y explicarme a misma, como me siento y sobre todo.. qué
siento. Parece que esta sensación corroe por todo mi cuerpo, cada
centímetro de mi piel y me estuviese arrancando el corazón sin tan
siquiera avisar. He llegado al límite de las decepciones, he acabado
mis lágrimas y los daños parecen introducirse poco a poco en mí,
como si de un virus se tratase y lo único que puedo decir es.. ¿Por
qué? Hay cosas que no puedo entender, y que nada ni nadie lo puede
llegar a comprender y mucho menos, saber. He llegado un momento en
mi vida en que lo único que quiero es un poco de música y estar en
mi cama tumbada, sin hacer nada, sin pensar, mientras algunos
recuerdos invaden mi cabeza sin avisar, y ahí es cuando de nuevo,
esa sensación vuelve a mi, otra vez, y perdura la parte del día
haciéndome quitar el sueño y ni tan siquiera la música, puede
arreglarlo o quitarlo de mi cabeza. no lo sé, no sé nada,
pero lo que si sé, es que duele.. y mucho. Ahí es cuando tengo
ganas de llorar, pero no puedo, ya no tengo fuerzas.. se me ha
acabado.. demasiada gente que te falla, demasiada acumulación de
cosas.. demasiado dolor que oculta una simple sonrisa y un par de
risas sólo para hacer entender a la gente, que estás bien pero que
en realidad, esas dos palabras.. son la mayor mentira que puede decir
una persona y las que más duelen decir. ''Estoy bien''. Sí, esas ..
a esas me refiero.. He llegado a un punto en el que me miento a mi
misma y hasta creo, por ocasiones, que soy feliz, pero su efecto es
instantáneo y no dura por mucho tiempo.. solo hasta que los
recuerdos te trasporten al pasado, imaginado un futuro en tu presente
y ahí no es cuando lloras tú, si no tu ''yo'' interior.. Y encima,
tener que callártelo porque no quieres que te digan lo típico de..
'' no llores, las princesas no lo hacen..'' Pues .. no, no soy una
princesa, ni tengo un príncipe en la puerta de mi casa esperándome
con un súper cochazo. Simplemente, soy yo, con mis defectos y
virtudes y de los que aprendo en mi día a día. Y no, no me comparo
con princesas ni mi vida con un cuento de hadas, eso es solo cosa de
una infancia en el que poco a poco, vas descubriendo la realidad
enmascarada con una ''perfección'' que solo, existen en los
cuentos.. A veces las cosas no acaban con un final feliz..
simplemente, acaban y de eso aprendes y maduras por mucho que cueste,
a veces, las cosas no salen como queremos, nos sentimos mal, con ira,
con ganas de matar al primer imbécil que pillemos, pero aunque nos
desahoguemos haciéndolo, eso no hace que las cosas se solucionen.. a
veces solo basta con aceptar que las cosas llegan a un punto final y
ya está, no es cuestión de ''rendirse'' o de ''orgullo'' es
cuestión de que cuando las cosas no pueden ser, no pueden ser.
Echemos si queremos la culpa al destino, y cuando pasa algo bueno, a
la suerte, pero yo no creo en eso, ni en lo que me dicen los demás,
creo en mi misma, y es más que suficiente.
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