sábado, 6 de octubre de 2012

Días de lluvia, días para recordar.


La lluvia golpea mi ventana con fuerza, los días pasan y las decepciones aumentan..Salgo a la calle y siento el frío que abraza inesperadamente mi piel y me recuerda al mismo frío que siento en mi interior pero que en este caso, aguarda en mí, como a la gente que necesito y que hoy por hoy, no está. Voy en busca de algún motivo por lo cual sonreír pero como otro día más, no obtengo resultado. Me doy la vuelta y vuelvo a mi casa mientras siento como el viento se lleva con él mis ganas de ir hacia adelante, mis sentimientos.. pero no los recuerdos, esos recuerdos que parecen vivir en mí, como de un virus se tratase y que aunque quiera.. no puedo olvidarlos. A veces, querer no es poder, es un '' quiero y no puedo '' y tengo que acostumbrarme a ello, pero nunca aprendo. Miro al suelo, mis piernas avanzan, paso a paso, y mientras mi cabeza se llena de preguntas, dudas, que probablemente, nunca tendrán una respuesta. Casi he llegado, y es ahí, cuando la primera lágrima cae, y se junta con la lluvia, ya no distingo que roza mi cara húmeda, y siento que el mundo, otra vez, me ha comido a mí. Me siento y me apoyo en la primera pared que encuentro por la calle, cierro los ojos, imágenes aparecen por segundos, una tras otra, volviendo a momentos en el que yo era feliz y recordándome otra vez, que en mi día a día, no lo soy. Vuelvo abrir los ojos mientras, llena de impotencia, doy un golpe al suelo. Sigo empapándome bajo una lluviosa tarde y el sol parece ser que se haya escondido entre las nubes, pero me da igual, ya que no hay medio que pare la tormenta que siento en mi interior y que ya no puedo ocultar más en mí.   

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